A los pacientes con obesidad mórbida se les dificulta aun más mantener el peso perdido, porque estos malos resultados con dietas, producen desaliento y pérdida de la autoestima del paciente, pues consiguen mínimas pérdidas de peso y luego, un efecto de rebote que les hace ganar todo el peso perdido. Es lo que se conoce como el efecto "yo-yo" y se caracteriza porque se experimentan, tal vez buenas pérdidas de peso y una vez conseguida esta perdida, con un gran y largo esfuerzo de meses, se comienza a recuperar el peso en un tiempo mínimo. No se consigue un efecto sostenido a largo plazo, sino fluctuaciones de peso que al final, por no ser efectivas producen una pérdida de la autoestima, depresión y una gran ansiedad.
El hecho es que la obesidad mórbida sigue siendo una enfermedad crónica compleja y multifactorial. La cirugía para la reducción de peso, comparada con otros tratamientos médicos, ha brindado el periodo más prolongado de reducción de peso en forma sostenida, en pacientes para quienes han fracasado todas las terapias.
Para muchos pacientes, el riesgo de muerte por no operarse, es mayor que los riesgos de las posibles, complicaciones que pudieran ocurrir posterior a estos procedimientos bariátricos. Es importante resaltar, que con el avance en las técnicas de engrapado y cirugía laparoscopica, se han reducido las complicaciones post-quirúrgicas, en forma muy significativa.